Roger Federer entró definitivamente en la historia del tenis, al consagrarse campeón en Roland Garros. En una final emotiva, venció al sueco Robin Soderling por 6-1, 7-6 y 6-4. Así, no sólo obtuvo el único torneo importante que le faltaba, sino que además igualó el récord de Pete Sampras, quien acumuló 14 títulos de Grand Slam en toda su carrera.
EL FESTEJO. Federer grita de alegría tras coronarse campeón en Francia.
Claro, Federer va por más. A los 27 años, ya se discute si es o no el mejor jugador de la historia del tenis mundial. Aunque todavía no lo sea para algunos, lo cierto es que tiene en sus manos la posibilidad de convertirse en el más ganador de todos.
Son apenas unos pocos quienes pudieron conseguir los cuatro títulos de Grand Slam (Australian Open, Roland Garros, Wimbledon y el US Open). Ellos son Fred Perry, Donald Budge, Roy Emerson, Rod Laver, Andre Agassi, y desde este fin de semana, Federer se sumó a la lista de priveligiados. Precisamente Agassi, el último tenista que había logrado los cuatro títulos, fue quien le entregó el trofeotan anhelado por Roger.
Al lograr entrar en la elite del tenis, Federer declaró en conferencia de prensa: "No sé si me lo merezco. Pero ya no volveré a oír que nunca he ganado Roland Garros". Es que el suizo había llegado a las últimas tres finales del torneo, pero en todas las ocasiones había sido derrotado por Rafael Nadal, que en esta edición quedó al margen de la definición al caer en octavos de final con el propio Soderling. "Siempre, incluso después de perder una semifinal y tres finales, creí que podía ganar aquí", confesó el número dos del mundo minutos después de la coronación.
Federer ya alcanzó el récord de Sampras de 14 títulos de Grand Slam, en la mitad de tiempo que el estadounidense, es decir, en apenas seis años. Todavía, tiene mucho por hacer en el deporte, y ya tiene en mente retornar al número uno del ranking de la ATP, logro que obtrendrá si gana el torneo inglés de Wimbledon. Tras un arranque de año dubitativo, volvió el Federer de siempre, y parece que llegó para quedarse con todo.